En el año 1952 abandonó la Universidad y se convirtió en “titiritero con dedicación exclusiva”.
“La cultura, para el artista, es un servicio. Para el gobierno es una obligación. Y para el pueblo es un derecho”.
Este año el Maestro nos brinda el mensaje por el Día Mundial del Títere 2014
"El títere deviene sí, de la forma primigenia y original del arte: el juego, no del objeto sagrado, como suele sugerirse. Nace con el juego desinteresado, espontáneo y transparente, el cual naturalmente se complejiza adoptando múltiples formas y contenidos.
El títere, debido a su naturaleza transgresora, fue temido y perseguido por reyes, emperadores, emires, zares o cualquier otra forma abusiva de poder, pues pareciera que ese personajillo de trapo y madera, amable y picaresco es portador también de un agudo talento para la condena y la crítica, usando el sarcasmo, la ironía y el humor, con ingenio, ritmo y mordacidad.
Tal vez la edad que mayormente se identifica en temperamento con este milenario arte popular sea la adolescencia, pues claro, los jóvenes son portadores de esa misma energía impregnada de cierta irresponsabilidad apasionada y señalan directamente con el índice lo que consideran, lo que juzgan, lo que culpan y quizá por eso mismo, sea la juventud el blanco predilecto de las campañas mediáticas universales que banalizan lo esencial y hacen apología de los anti-valores.
Desde hace décadas, nuestro teatro de títeres ha dedicado buena parte de su esfuerzo a los adolescentes, mostrándoles una temática de su interés y estimulándolos a utilizar los muñecos para expresar todo aquello que los afecta y los conmueve. Surgen desde sus voces, temas tabúes como la violencia, las mafias, el alcoholismo, la corrupción, el embarazo precoz, la soledad y muchos otros, que ellos abordan con candidez e irreverencia.
Pueden y deben los titiriteros, elevar su mundo creador con la lectura, el estudio, la investigación y la experimentación de formas buscando la belleza y la armonía en su narración escénica, pero no deben olvidar nunca que su relación con el teatro de títeres incluye básicamente el compromiso.
Y al hablar de compromiso, palabra amplia y de diversas acepciones, me refiero a la responsabilidad de entender cual es nuestro lugar en el mundo y cual es nuestra posición frente a los múltiples casos del abuso de poder en la sociedad actual ¿cuáles son los reyes de hoy? ¿Los emires, los jeques? Hoy no suelen estar sentados en un ostentoso trono labrado de fina pedrería y laboriosa talla. Hoy suelen estar donde nadie los ve con claridad y poseen medios de comunicación que cada día los santifica o los esconde según quieran. Ese rey de mil cabezas es el neo-liberalismo corruptor y salvaje, ese zar son las grandes corporaciones multinacionales, que en aras de ampliar ganancias y poder, no dudan en destruir al planeta, en destruir la vida.
Vayan entonces los titiriteros de los cinco continentes a dar la cara frente a la crueldad, la desigualdad y la injusticia, vayan con la variedad infinita de técnicas y estéticas buscando su personalidad expresiva, pero también con el verbo encendido a denunciar, a mostrar señalando con el dedo admonitorio, como lo hacen los jóvenes, lo que consideran desvirtúa el verdadero desarrollo hacia un mundo más humano, un mundo mejor".
Eduardo Di Mauro