viernes, 4 de marzo de 2016

... y el genial Silvestre Revueltas, opinó.

Silvestre Revueltas (1899-1940)


El gran músico no sólo supo situar en su verdadero alcance al teatro guiñol, sino que fue, también, colaborador activo, ya que compuso la partitura inicial –que más tarde ampliaría en España- del “Rin-Rin Renacuajo”; una obrita que aún figura en nuestro repertorio.

En un trozo de papel escribió:


El teatro para niños, como intentan llevarlo a cabo Graciela Amador, Leopoldo Méndez, Germán Cueto y señora y sus colaboradores, es de gran tendencia educativa. Se habla a los niños en su lenguaje propio, de cosas conocidas y al mismo tiempo nuevas por su presentación y propósito. Van adquiriendo insensiblemente y de una manera agradable y divertida una vigorosa ideología, un sentimiento de la justicia y del deber, que millones de aburridas lecciones, y de más aburridos consejos, jamás lograrán obtener”. Silvestre Revueltas

(Archivo de la Colección de Tito y Tita ©)

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